martes, 5 de diciembre de 2017

Luz


Y estando en medio de ninguna parte solamente escuché 'I'm going back to the stars'.
Y te miré. De repente me sentí sobrevolar miles de kilómetros y un par de océanos para verte triunfar como siempre quisiste.

Yo de regreso al Lunario a contemplar las vidas pasar entre telones de escenario.
A adivinar la flor en la piel de todos los que te vieron conseguirlo.
Y declararme uña de la carne que le pusiste al sentimiento.

Volvíamos a la magia, y como dijo Izal, a sus efectos especiales.
Regresábamos al cajón desastre de tu ropa con la mía;
al frío de las tormentas de verano;
y al calor de la lumbre cuando ahí fuera se te helaba de todo,
menos el corazón en mis manos.

Me quitaste el auricular y aún con voz susurrante pude recoger tus palabras.

Y me encantó darme cuenta de que los mi vida y las caricias no estaban del todo perdidos.
Y al escucharte solo supe abrazar
(te).

Contigo no vuelvo a las navidades pasadas porque ya no nos quedan, pero si a las anteriores, y de la mano del famoso pero olvidado fantasma que dejó de ser etéreo.
Ese que una vez decidió hacerse poeta para sangrar todas sus letras.

Nunca nos hemos sido y sin embargo quererte es demasiado fácil. Tener el privilegio de compartir vida con alguien que ilumina la tuya, el más bonito de los regalos.

Por eso te pido, que aunque sea difícil, que aunque no quieras querer:
no me sueltes.

Sé que no eres de esos pero, no te vayas.

Quédate.
Si quieres para un rato, porque hueco en mis recuerdos tienes para toda la vida.

-a J.

No hay comentarios: